Los defraudadores se van a un mercado ausente de tecnología

Carlos Chavarría, CEO de NA-AT Technologies, comentó que el sector financiero en Chile es un tanto tradicional para implementar nuevas tendencias.

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El sector financiero chileno, en particular el bancario, cuenta con un buen esquema antifraudes en general, sin embargo, en este tipo de hechos, por una mala validación de identidad, aún hay mucho por hacer y es ahí en donde la tecnología de validación con datos biométricos puede marcar la diferencia.

Así lo aprecia a TradeNews.cl Carlos Chavarría, CEO de NA-AT Technologies, startup mexicana que aterriza en Chile.

El ejecutivo sostuvo que existe una tendencia mundial con un tipo particular de estafa, que son los relacionados con el robo de identidad. “Hay casos en los que se pueden vaciar las cuentas al cambiar los accesos en la banca por internet. Ese es algún tipo de fraude derivado de un robo o suplantación de identidad. Otro ejemplo es que contraten productos y servicios financieros fingiendo ser otra persona. Aquí el defraudador se hace pasar por alguien que tiene un buen historial crediticio, saca un hipotecario, de vehículo o de dinero en efectivo y se queda con esos bienes”, explicó.

-Según su punto de vista, ¿Chile es un país con la suficiente tecnología para evitar robo de identidades y estafas?

Chile es un país sobresaliente en cuanto a temas de tecnología, está a la par con México y Brasil. Tiene un buen nivel en su capital humano y una industria de calidad en tecnología. En el tema de identidad, cuenta con una cédula con un chip, la cual tiene información valiosa con la que se puede validar si la persona es quien dice ser. Eso no está en otros países de Latinoamérica y solo por ese hecho puedo decirte con certeza que es una nación bastante avanzada.

– ¿Qué tan masificada está la suplantación de identidad en nuestro país?

No lo está, y esa es una gran área de oportunidad. Por eso queremos contribuir e ir un paso adelante, para cuando esto suceda. No se trata de si la población chilena entrará o no a la siguiente etapa en la validación biométrica, sino más bien de cuándo sucederá. Los estafadores y defraudadores buscan o atacan países donde hay una masa importante de usuarios y bancos sin una cultura de seguridad desarrollada y es lo que queremos evitar, como lo hemos hecho en México, donde estamos muy consolidados, y en Brasil ya se está progresando también, por lo que los malhechores están buscando otros países que tradicionalmente no tienen esta cultura y tecnología, para aprovecharse de ello. Este tipo de fraudes crecerán en aquellos lugares sin un marco legal y sin una vanguardia tecnológica de validación biométrica que lo evite y Chile puede ser un refugio para los malhechores.

-Por ende, ¿hacia dónde debe ir la seguridad de la banca?

De acuerdo con nuestra experiencia, la seguridad en el sector bancario debe transformarse hacia la biometría, más aún, hacia el uso e implementación de un múltiple, es decir, a usar por lo menos tres datos: Huella dactilar, biometría facial y de voz, sin descartar en un mediano plazo la grafoscopía. Tener tres datos es altamente seguro, incluso, en casos atípicos como la identidad facial de dos gemelos que, aún pudiendo suplantar uno a la otra vía facial, la combinación con la dactilar lo hace casi imposible y una tercera validación eleva aún más la seguridad del banco y la tranquilidad del usuario. Aunque la validación de datos de este tipo en los bancos mexicanos nació para prevenir y disminuir significativamente los fraudes, también se impulsó por la pandemia Covid-19. Durante más de un año de confinamiento de la población, la firma de contratos de forma remota, la contratación de créditos nuevos, entre otros, hicieron de la tecnología biométrica una nueva y buena experiencia del usuario, por lo que se avanzó mucho.

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